El diario SunSentinel de Florida informó la semana pasada que la Policía de Hallandale Beach planea interrogar a un posible testigo de un crimen fatal: un dispositivo Alexa de Amazon.
Los dispositivos Echo y Echo Dot de Amazon, al igual que otros dispositivos inteligentes, escuchan constantemente una «palabra de activación» que indica cuándo su usuario quiere algo, por ejemplo: escuchar una canción, responder una pregunta o pedir un producto. Pero la policía tiene la sospecha de que el dispositivo «Alexa» después de la palabra de alerta de la víctima, podría haber escuchado y registrado más que un pedido de compras.
La policía acusó a Adam Reechard Crespo de asesinar a su novia, Silvia Galva. El reporte de la Policía señala que cuando llegó al departamento, encontraron a Galva en una de las habitaciones del condominio de Crespo. Una amiga de Galva estaba en el condominio en ese momento y le dijo a la policía que había escuchado discusiones viniendo de la habitación pero que no podía ver los detalles de la pelea.
Ahí es donde entra Alexa. El asistente de voz, que se ejecuta en los altavoces inteligentes Echo de Amazon, espera su palabra de activación (el valor predeterminado es «Alexa», aunque los propietarios pueden cambiarlo a «Amazon», «Computadora» o «Echo») y luego comienza a escuchar los comandos . En otras palabras, comienza a grabar.
Esta no es la primera ocasión que la policía analiza las grabaciones de un dispositivo Echo para ayudar a resolver crímenes. En 2015, la policía de Arkansas intentó obtener datos de un Echo que encontraron en la escena del crimen después de que un hombre fue estrangulado en una bañera de hidromasaje, aunque lo que Alexa registró, no fue evidencia concluyente de un asesinato.