Recomendaciones para el uso de navegadores

Un navegador web es un programa que nos brinda la capacidad de visualizar e interactuar con la WWW, lo que entre otros elementos incluye páginas web, videos e imágenes.

El acto de navegar la web significa entonces acceder a todos estos contenidos a través de un visualizador que es justamente el browser o navegador web.

¿Qué tan importantes son los navegadores web en nuestras vidas?

Se han convertido prácticamente en una necesidad, ya que es a través de ellos que podemos acceder a los sitios y portales que deseamos consultar para cuestiones muy personales como el entretenimiento, las noticias o la educación, pero dado que la gran mayoría de los sistemas de información se están migrando a la nube con el fin de acercar y facilitar la interacción con el grueso de la población, el instrumento de facto que brinda esa capacidad de interactuar es el navegador web. Con el navegador web se ha extendido la posibilidad de acceder a información de nuestras empresas, de nuestras escuelas o  de nuestros gobiernos, y además podemos hacerlo desde una gran variedad de dispositivos; podemos conectarnos desde una computadora, desde un dispositivo móvil, desde una tableta o incluso en dispositivos inteligentes, de manera que hoy podemos revisar nuestro correo electrónico, interactuar en redes sociales, acceder a servicios de nuestra organización o escuela, acceder a servicios en la nube y colaborar con otras personas en tiempo real; prácticamente hoy en día podemos interactuar con casi cualquier sistema de información a través de un navegador web.

¿Cuáles son los navegadores más usados?

En la actualidad hay una gran variedad de navegadores. Según StatCounter de Global Stats, a octubre de este 2021, los 3 principales navegadores más usados en todo tipo de plataformas son:

  • Google Chrome con 64 %
  • Safari con 19%
  • Edge con 4%

Un poquito más atrás están Firefox, Samsung Internet, Opera, Brave y otros navegadores no tan populares.

¿Cómo funciona un navegador web?

Probablemente muchos nos preguntemos, ¿qué es lo que está pasando cuando navegamos y accedemos a un sitio web? Nos parece importante explicarlo de manera general.

Cuando navegamos por Internet y hacemos clic en un enlace o introducimos una URL en la barra de direcciones de nuestro navegador, éste envía una solicitud a la computadora donde “vive” esa página para que pueda enviarnos los contenidos y los elementos que coinciden con nuestra solicitud. Cuando esta computadora recibe la petición, entonces envía estos elementos que habitualmente están codificados y llegan a nuestra computadora. Nuestro navegador interpreta esos elementos y los presenta en la pantalla de una manera que nosotros podemos entender, en este caso la página web. En esta interacción, nuestro navegador puede también enviar información, por ejemplo, nuestros datos para autenticarnos a dicho sitio, como son nuestros nombres de usuario y contraseñas. Esos datos los recibe la computadora donde vive la página que estamos visitando y con base en ello hay toda una lógica que permite o deniega nuestro acceso. Todo esto además sucede a una velocidad increíble.

Ahora bien, con base en todas estas interacciones, ¿cuáles son los principales riesgos a los que nos enfrentamos cuando navegamos en Internet?

Principales riesgos cuando navegamos

Después de los escándalos de los cuales hemos sido testigos, como lo fue Cambridge Analytica de Facebook, sin duda emerge la gran inquietud de nuestra privacidad. De hecho, hoy en día esta se ha convertido para nuestro bien en una prioridad para los desarrolladores de navegadores, sin embargo, esto puede parecer ser poco si lo comparamos con las capacidades y abundancia de los rastreadores de la industria publicitaria en la web. Recordemos que los datos se han convertido en el oro de esta época, y por ello todos estos rastreadores que viven en los sitios web, están al acecho de nuestros datos, los cuales recogen en gran medida de nuestra actividad a través de los navegadores.

Por otro lado, la gran cantidad de información que se gestiona a través de los navegadores es también un objetivo perseguido por el cibercrimen, ya que, si logra burlar los controles de seguridad que se habilitan en el navegador o en el servidor con el que deseamos interactuar, un cibercriminal podría interceptar datos que estemos intercambiando, como contraseñas o información sensible que estemos consultando o trasmitiendo.

También podemos ser atacados a través de nuestro navegador si logran infectarnos con malware, y de esta forma podrían tomar control de nuestro navegador forzándolo a realizar acciones no deseadas como acceder a sitios web, enviar información sin nuestro consentimiento o acceder a nuestros datos que se alojan en el navegador como contraseñas o incluso billeteras de criptomonedas.

En ese sentido, debemos estar atentos a protegernos de malware en nuestros equipos de cómputo y dispositivos con los que accedamos a navegar, tener precaución con re-direcciones de sitios web legítimos previamente infectados, no hacer clics en anuncios sospechosos o incluso que parecen inofensivos y estar atentos a ataques de ingeniería social que a través de phishing puedan llevarnos a estos sitios infectados. Es también común que en los sitios de navegación pública, como aeropuertos, cafés o plazas, los ciberatacantes instalen antenas de Wi-fi con nombres de redes similares a los de estos sitios con el fin de engañar a los usuarios y de esta forma lograr que se conecten a sus dispositivos, de manera que los atacantes puedan visualizar el tráfico de navegación sin ningún control que lo evite. En fin, existen muchos caminos que un cibercriminal puede seguir para aprovecharse de nuestro navegador y por lo tanto debemos estar muy atentos a ello.

Recomendaciones de protección

  • Realiza actualizaciones a tu sistema, a tu antivirus y mantén las actualizaciones automáticas de tu navegador, de esta manera al menos estarás protegido contra los ataques conocidos.
  • Deshabilita el rastreo de ubicación de tu navegador y las funciones de autocompletar del motor de búsqueda.
  • Deshabilita el autocompletado de contraseñas.
  • Muchos acostumbramos a instalar extensiones o plugins a nuestros navegadores porque nos facilitan la vida. Desinstala los que no uses porque pueden ser una puerta de entrada a tu navegador y mantenlos actualizados.
  • Usa extensiones de seguridad para bloquear la publicidad, las cookies o el rastreo de sitios. Algunas opciones que te pueden ayudar en este sentido son: Disconnect, DoNotTrackMe, Ghostery o uBlock.
  • Elimina regularmente tu historial de navegación y cookies. Puedes configurar tu navegador para que así lo haga cuando lo cierras.
  • No instales Java a menos que los necesites o habilítalo únicamente cuando los vayas a utilizar.
  • Fuerza que se cifren las comunicaciones usando HTTPS. Verifica los certificados del sitio que visitas para confirmar que no es un sitio apócrifo y que todo está en orden.
  • Para validar si un sitio es seguro para navegar puedes apoyarte además de herramientas como la de Google. Puedes realizar una búsqueda para revisar si es peligroso visitar un sitio web en: https://transparencyreport.google.com/safe-browsing/search
  • Puedes incrementar la privacidad cambiando el motor de búsqueda predeterminado, recomendamos DuckDuckGo. Aunque no tiene resultados en las búsquedas tan profundos como los de Google, no permite rastrear las búsquedas de los usuarios.
  • Considera complementar la privacidad  navegando a través de una VPN.
  • Te compartimos una matriz de capacidades y privacidad de diferentes navegadores que brinda https://privacytests.org/ y que te puede servir de guía para definir con qué browser navegar.

Provehito in altum
Por: Juan Pablo Carsi