Ciberbullying, ¿Sabes cómo contrarrestarlo?

Bullying y ciber acoso en México

“Cuando alguien está herido, o están enojados y avergonzados, quieren justicia. Y para muchos, justicia significa tribunales, abogados, policías, cárceles y jueces. Pero la mayoría del ciberacoso no es un crimen.”

Parry Aftab

Alrededor del 70 % de los niños mexicanos ha experimentado algún tipo de acoso, es decir, siete de cada diez niños. Visto de otra forma, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), si el promedio de niños por aula en escuelas públicas en México en el 2015 superaba los 30 alumnos por salón en primaria y 32 en nivel secundaria, eso se traduce a que 21 niños en primaria y 22 niños en secundaria en cada aula han sufrido acoso, ¿Tú hijo forma parte de esta dura estadística? México como país miembro de la OCDE es el país con más niños por aula y con más acoso escolar.

Una nueva vertiente del acoso o Bullying es el llamado Cyberbullying, según la Asociación de Internet MX, Ciberbullying es un término que se utiliza para describir cuando un niño o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado, avergonzado o abusado por otro niño o adolescente a través de Internet o cualquier medio de comunicación como teléfonos móviles o tablets.

¿Y cómo funciona?

Antes que nada es importante saber que se trata de un hostigamiento, vejación y abuso hacia los niños y adolescentes, que es ejecutada a través de Internet o redes de datos en dispositivos y aplicaciones; este comportamiento es realizado por iguales, es decir, por niños y adolescentes agresores a veces anónimos con perfiles falsos, y otras veces con nombre y apellido y la victima lo conoce.

El modo de operar consiste en que el agresor primero roba u obtiene información de la víctima ya sea mensajes de texto, fotografías, videos o incluso aprovecha situaciones personales o familiares de la víctima y a partir de ello envía mensajes de texto, correos electrónicos, imágenes, ilustraciones y videos para amenazar, hostigar o humillar a la víctima.

Las consecuencias de este fenómeno son muy graves para la víctima, pues su salud psicológica y emocional es alterada, vulnerada y lastimada, condición que en el corto, mediano e incluso largo plazo puede generar depresión, ansiedad, fobia y miedos escolares, trastornos en el aprendizaje, y en casos extremos, suicidio.

En México según datos del INEGI en la “Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares”, informó que “casi la mitad de los usuarios de internet tienen entre 9 y 24 años, y la conectividad de estos ya alcanza a seis de cada diez, que en números sería un poco más de 60 millones de niños y jóvenes en todo el país”.

La agencia de análisis The Social Intelligence Unit (The-SIU) señaló que en México en el 2015, el 24.5 por ciento de los usuarios de Internet de 12 años o más fueron víctimas de este delito.

En México el número de niños y niñas víctimas de trata aumentó un 56.8% desde 2011 (Según datos oficiales que el Instituto Nacional de Migración, la Fiscalía Especializada para la Violencia contra la Mujer y el Tráfico de Personas, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada y la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos, a través de la Oficina De Las Naciones Unidas Contra La Droga y el Delito (UNODC)).

Según la OCDE, México ocupa los primeros lugares a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años.

En el 2013 la PGR detectó en el país más de 12 mil cuentas personales en Internet, donde se exhiben imágenes de explotación sexual a menores de edad, cuyas edades oscilan entre los cuatro y los 16 años.

Las estadísticas de la Policía Federal Preventiva (PFP) de México, señalaron que la explotación sexual de niños/as y adolescentes a través de Internet ocupa el tercer lugar en la lista de delitos cibernéticos, además, México es considerado el segundo país a nivel mundial con mayor producción de pornografía infantil.

A diferencia de países como EEUU, Canadá y Reino Unido, en México la legislación en esta materia es muy poca, en estados como Nuevo León se legisló en la materia en el año 2013. En Julio de 2015, la organización Save the Children lanzó en México una campaña con el objetivo de convertir en delito el Ciberacoso sexual Infantil y en 2016 la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que reforma el Código Penal Federal para tipificar los delitos de Ciberacoso sexual y Acoso sexual, así como para sancionar la difusión de fotografías o videos con contenido sexual sin la autorización de la persona afectada.

Entonces, ante tal escenario: ¿Cómo podemos prevenir y qué debemos hacer para cuidar y apoyar a nuestros niños y adolescentes?

  1. Manténgase actualizado y aprendiendo constantemente ya que los niños son usuarios nativos de tecnología, nacieron en la época de Internet, ello les facilita su manejo.
  2. Manténgase alerta ante cualquier indicio de cambio de comportamiento, si su hijo cambia de actitud repentinamente, puede estar experimentando problemas en el colegio, en Internet o en la comunidad.
  3. Acompañe a sus hijos siempre cuando estén frente a un dispositivo y fomente un entorno de confianza y comunicación; si en casa existe una computadora ubíquela en un lugar público de la casa, así le será más fácil la supervisión.
  4. Debe establecer reglas claras, enséñeles a sus hijos a que nunca debe dar datos personales, enséñeles que debe evitar encuentros con alguien que hayan conocido en la Red y evitar entrar a páginas con contenidos inapropiados.
  5. Recomiende a sus hijos que ante algún incidente de este tipo, lo primero que debe de hacer es nunca responder los mensajes, después, tomar fotografía de la pantalla para mantener registro de los ataques, enseguida, bloquear al agresor e informarlo a los padres, y por último, usted como Padre o adulto, debe denunciar y buscar la intervención de las autoridades.

Según un estudio de “The Statistics Portal” reveló que el 53 % de los padres de niños víctimas de Cyberbullying sabían que los acosadores de sus hijos eran compañeros de clase.

Aún tenemos mucho que hacer en México para proveer a nuestros niños y jóvenes un entorno saludable y seguro, las regulaciones, procesos, protocolos y herramientas no son suficientes en nuestro país y en el otro extremo de nuestra sociedad, en nuestras comunidades y hogares la cultura de seguridad es similar, incipiente y pobre. Para proteger a nuestros niños y jóvenes debemos conocer los peligros a los que están expuestos, no haga de sus hijos “Huérfanos Digitales”, ¡aprenda a cómo prevenir los riesgos!

Referencias

Por Eleazar Cruz

 

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