Juguetes ¿inteligentes?

Estamos comenzando un nuevo año, y a pesar de las adversidades, estas fechas son sumamente importantes para los niños, pues habrán recibido regalos de Santa y/o de los Reyes Magos, quienes como ya es sabido no dejaron de laborar pues son inmunes al bicho que nos ha acechado últimamente, sin embargo, muchos de los innovadores juguetes que nuestros hijos recibieron sí son susceptibles de contagiarse… ¡no te asustes! No nos referimos a ningún coronavirus, pero sí debemos prestar atención a los “Smart toys” que pueden infectarse con algún malware o peor aun, pueden ser “hackeados” y poner en riesgo la privacidad de nuestra familia.

Comencemos por explicar qué es un “Smart toy” o “Juguete inteligente”. Estos juguetes electrónicos habitualmente tienen diseños muy atractivos y permiten interactuar con los menores a través del reconocimiento de voz o por medio de alguna app. Entre otras funciones, permiten grabar y transmitir video o imágenes y algunos otros incluso prometen aprender y crecer con tu hijo. Son pues estos artilugios lúdicos casi mágicos, un derroche de innovación que los reyes del hogar disfrutan como tecnólogos expertos.

Todas estas características parecen de ensueño, y seguramente te preguntarás en dónde está el riesgo; pues bien, para que muchos de estos dispositivos brinden todas sus bondades requieren recopilar datos de la interacción con tu hijo, por ejemplo: su voz o imágenes de su cara, o incluso datos sensibles que en caso de caer en manos inadecuadas podrían suponer un riesgo para la integridad de los menores, por ejemplo: su nombre, edad o ubicación en tiempo real. Pregúntate si esa información se la proporcionarías a un extraño…

Por otra parte, habitualmente estos juguetes son conectados a Internet, y al igual que una computadora, si el juguete no cuenta con los controles de seguridad adecuados entonces queda expuestos a conexiones no autorizadas. Imagínate que de pronto un extraño puede conectarse al juguete de tu hijo y manipularlo para poder tomarle fotos, video o incluso interactuar con él, ¡ya ha sucedido!

Las principales vulnerabilidades -mas no las únicas- que se pueden encontrar en un juguete inteligente son: conexiones no seguras, el seguimiento del movimiento de los niños y la deficiente protección de datos.

Entonces ¿Qué debo hacer para evitar riesgos? Aquí algunas de nuestras recomendaciones:

  • Ten a la mano la documentación del fabricante del juguete, investiga en foros si existe alguna queja o problema de seguridad y corrige lo necesario, apóyate del soporte del fabricante si es necesario.
  • Mantente informado de las políticas de privacidad de manera que entiendas claramente qué tratamiento se le da a los datos recabados de tu familia.
  • No utilices datos reales, es mejor usar un alias.
  • ¡Apágalo! Cuando no esté siendo utilizado, evita que el juguete esté encendido y conectado a internet.
  • Asegúrate de configurar un PIN o contraseña robusta que proteja la conexión de los juguetes a Internet, y no los conectes en Wi-Fi públicos.
  • Verifica periódicamente que el juguete posea las últimas actualizaciones de seguridad.

Lo más importante, recuerda que eres el papá de un hijo digital en la era digital, debes entender en primera instancia qué juguete desea y si éste es seguro, y por supuesto, se vale no saber, pero lo que no te puedes permitir es no investigar y poner riesgos en las manos de tu familia. La comunicación es CRUCIAL, aprendan y diviértanse juntos, es una buena oportunidad de fortalecer los vínculos

Provehito in altum
Por: Juan Pablo Carsi