Al abordar este artículo me vienen a la mente varios casos en consulta pero sobre todo dos en particular en los cuales, las madres y padres respectivos, se preguntaban una y otra vez “Qué hicimos mal para que a pesar de haberle advertido a nuestro hija sobre la pornografía en internet, acabara interesándose por ésta”. En un caso, los padres habían decidido darle un celular a su hija de 11 años y en el otro caso, permitían a su hija de 13 años prolongar el uso del iPad, porque confiaban en ellas, y les habían prohibido el acceso a ciertas series que tenían connotación agresiva y sexual.
Para ambas familias fue muy frustrante y generador de una gran decepción, haber descubierto que sus hijas llevaban entre 6 y 8 meses accediendo a temas de pornografía y cuando las confrontaron, ellas se mostraban incapaces de comprender su conducta.
Conforme fui trabajando cada caso, encontré que tenían en común cuatro aspectos:
- Dificultad previa por parte de los padres para abordar el tema de sexualidad con su hija.
- Presión social ejercida por las amigas de la escuela.
- Miedo a ser excluida del grupo social.
- Sensación de inconformidad y frustración en su respectiva familia.
Cuando los hijos se sienten inconformes, frustrados e indefensos ante situaciones recurrentes a nivel familiar y sienten que sus padres mantienen actitudes rígidas que obstaculizan el diálogo y la comprensión, pueden llegar a manifestar, a nivel inconsciente, conductas rebeldes, y si a esto se le suma el temor a quedar excluida de un grupo social, quedan expuestos a las influencias negativas y a una mayor propensión a llevar a cabo aquello que ha sido prohibido y que está accesible, como es el caso de la pornografía en internet.
Pueden ser muy diversas las causas que lleven a los chicos a la pornografía en internet, sin embargo, se puede prevenir si los padres de familias llevan a cabo las siguientes recomendaciones:
- Aprender estrategias para que, en las diversas etapas del desarrollo de sus hijos, aborden el tema de sexualidad.
- Comunicación y apertura para que en familia se platique de manera abierta y respetuosa sobre las diferentes emociones que todos pueden sentir como enojo y frustración, sin que eso represente algo negativo, sino que por el contrario sea visto como una oportunidad de expresión y crecimiento personal y familiar.
- Reflexionar en familia sobre el nivel de reflexión que promueven y sobre la manera en que las acciones se llevan a cabo como resultado de estar convencidos y no como resultado de la presión y/o imposición que a veces, inconscientemente, se llega a ejercer.
- A través del desarrollo de dinámicas o estrategias que favorezcan la escucha, comprensión y empatía hacia sus hijos con la finalidad de que ellos no se sientan indefensos ni impotentes, pero sobre todo SOLOS, lo que los lleva a buscar compañías que pueden no ser su mejor influencia.
No te pierdas los siguientes artículos en los que seguiremos hablando del tema de pornografía en internet y la manera de hablar sobre esto con nuestros hijos.
Por Gabriela Oseguera